Sesión 6: Las cajitas



· LAS CAJITAS
· OTRO TRABAJO I
· LAS CHICAS DEL LOCAL
· OTRO TRABAJO II
· EL AMBIENTE JOYA
· ESTRATEGIAS
· ¿Y DE DONDE SALEN ESAS CHICAS?
· LOS JEFES

LAS CAJITAS 
- ¡Qué grande que es ese llavero!
- Y sí, para que te des cuenta…
- Claro, para que no te entre en el bolsillo
- ¡Claro! Porque vos estás distraído y te la ponés en el bolsillo o en la cartera… y esas cosas vos viste que…
- Sí… Bueno, otra vez estamos de piloto las dos
- Sí, ¿viste? –carraspea la garganta mientras se acomoda en la silla-. Suerte que ya no lleve… ¿llueve ahora?
- No
- ¡Bueno! ¡Dale! ¿Qué tal?
- Más o menos –digo alegremente-. Tengo problemas en el trabajo… con las chicas -agrego con voz nasal.
- ¿Con tus compañeras? ¿Y antes no tenías?
- Sí… lo que pasa es quem… me están empezando a molestar
- Mjm
- Lo que pasa es quem… yo una vez te conté que hay un sector todo con cajitas y quem… a mí me gusta que esté todo comom… ordenado, no sé
- Mjm
- …que se puedan encontrar las cosas… -sigo con voz nasal.
- Es necesario
- Es necesario para encontrar las cosas…
- ¡Es elemental! Sino no se sabe dónde…
- Bueno, el tema es quem… como ven que ni bien ponen algo fuera de lugar yo voy y lo arreglom…
- Mjm
- ¡Ya ni siquiera se preocupan en subirlo! –digo esto mientras me arreglo el flequillo-. ¡Directamente me lo dejan ahí para que lo acomode! –agrego indignada.
- Mjm
- Y les dije que yo no estoy para acomodar eso, que lo tenemos que acomodar entre todas
- Mjm
- Y me dicen: “Sí, sí sí…” –digo burlándome-, como saben que de todos modos yo lo voy a acomodar porque sino me pongo mal…
- ¿Y entonces? ¿Qué podés hacer?
- No sé, probé de no acomodarlos y me hace sentir peor. Porque ver todo eso desordenado mep… -suspiro-. Entonces no sé qué hacer
- Sí, pero con ellas ahí… para eso están
- ¡Y si no los pongo es peor! ¡¡Porque sino no encuentro las cosas!! –digo indignada-. ¡¡¡Y a ellas no les importa!!! –agrego casi histérica.
- Bueno, pero si vos… no ordenás… -hace pausas para acentuar lo que dice- vos te perjudicás… doblemente… Porque, en vez de atender a un cliente… y en vez de estar ahí…
- ¡No! ¡Pero también me perjudico si no lo arreglo! Porque tengo que atender a un cliente y tengo que estar ahí, buscando las cajas, a ver cuál es…
- Claro, pero así los patrones no lo ven. Entran y está ordenado. Punto. Pero cuando empiezan a ver un montón de cosas, todas ahí desordenadas, llaman la atención. Y a todos
- Y pero ahí me van a retar a mí más que nada. Porque también es como que saben que… ya tácitamente yo soy medio como la… la que pone orden, en todo sentido –termino la frase con la voz un poco ronca, afectada.
- ¿Te pagan por eso?
- No
- ¡Ah!
- Y… pero si me empiezan a… de repente me pongo a no hacer esas cosas… es como… no les va a gustar y me van a sacar del medio, ¡total hay tanta gente que quiere un trabajo!
- ¡Y andate vos! Total… no necesitás quedarte sin un trabajo
- Sí, bueno… me llegan a echar ¿cómo pago mis cuentas?
- ¿Ya te están echando? –me pregunta mientras que con las dos manos hace un gesto como si estuviera midiendo el peso de un paquete.
- …mmmmno sé…
- Por lo menos es la primera vez que hablás de que... hay algo que te molesta, a parte de que si está ordenado o no está ordenado que eso es mínimo. Si vos no ordenaras las cosas, qué se yo… si guardaras los cubiertos donde van los pulóveres, después no hay nadie que los encuentre, ¿no? Por eso uno tiene las cosas ordenadas cada una en su lugar
- A no ser que el orden sea ese
Carraspea la garganta.
- Sí, pero si fuera ese no tendrías un cajón de cubiertos. Entonces, si vos sentís que hay un abuso… digamos que…
- Yo creo que sí –digo convencida.
- …que te molesta, y que no lo querés hacer
- ¡Es que a mí no me molesta hacerlo! Si es como al principio que: “Ah, bueno, se equivocó lo vuelvo a poner en su lugar”. Porque ni me doy cuenta de que lo estoy haciendo
- Claro, el tema es que…
- El tema es que últimamente estoy viendo que están todas las cajas ahí –y señalo un lugar en la mesa, justo en el centro, como si ahí estuvieran las cajas.
- ¿Qué venden?
Toso.
- De todo…
- Ah, no, pensé que era ropa interior, porque cuando es así…
- Sí, hay cosas así, que son más como… bodys… cosas así
- Mjm
- Pero lo dejan ahí, qué se yo… ¡Es más! Lo que ya me pareció demasiado es que no solamente dejan las cajas –vuelvo a la voz nasal- sino que directamente dejan las cosas ahí para que yo las doble, las ponga en la bolsita… o sea, casi me tendría que dedicar a ordenar todo lo que desordenan y nada más
- Y si los dejás, van a seguir... ¿capito? Esto te está mostrando a las claras, primero: que una vez es por siempre. Ahora dejan las cosas tiradas…

- Bueno –la interrumpo-, pero por ejemplo en otro orden de cosas, hay un microondas, una de esas cosas eléctricas para calentar el agua y una piletita en donde lavamos las dos cosas que hay. ¡No limpian nunca nada! Al principio me daba un poco de impresión ver las cosas sucias y limpiaba pero dije:”¡Bueno, no limpio más!” Porque si ellas… yo no voy a estar limp… ¡y es un asco! –llego al apogeo de mi voz nasal-. ¡¡No me puedo ni hacer un té!!
- ¿Por qué? ¿Vos no llevás tu taza?
- ¡Es que no tengo “mi” taza! Si yo lavo una taza que es la que uso, la usa otro y la deja sucia…
- Claro, pero vos te podés llevar de tu casa una ta…
- No funciona –la vuelvo a interrumpie-. ¡Porque te la usan! ¡No puedo estar metiéndola adentro de mi cartera!
- ¡Y sí! Te llevás un bolcito, algo…
- Bueno, pero por ejemplo, voy a calentar algo al microondas y el microondas ¡¡es un ho rror!!
- Mjm
Suenan varias bocinas mientras digo que todo es un desastre.
- ¡Pero es un asco ese lugar! –me dice.
- Es como que… ¡No! En realidad… al principio… cada uno era como que hacía buena letra, pero después es como que empezaron todos a no hacer mucho –digo entre las bocinas-, es como que… ¡No sé! También estamos todos en negro… es como que nadie quiere mucho al lugar
- Mjm
- El tema es que medio que se aprovechan un poco, porque ven que “Ah, total… Clara lo hace” –suena otra bocina-, y ahora que yo dije: “Bueno, yo ahora esto no lo hago más, esto tampoco…” ¡Es todo un horror!
- Mjm
- Y lo peor de todo es que me miran mal a mí... o sea, me miran así tipo “Ajjj” –agrego con un tono profundamente nasal.
- ¡Discúlpenme! –dice, casi gritando- ¡¿Quién fue la asquerosa que dejó todo hecho una mugre?!
- No –contesto entre risas-, es de necios eso…
- Mmm… o sea que ni siquiera tienen una persona que venga a limpiar
- Ah, no… todo nosotros. Por lo menos seguimos con eso de que una vez por semana barre cada una –se escuchan pasos del otro lado de la puerta.
- No barren mucho
- No, no se barre mucho
- Pero todavía barren
- Creo que es lo único que falta. Igual ellas barren así por arriba y yo soy la que barre todo, los rincones me tocan a mí
- Mjm
Silencio.

OTRO TRABAJO I 
- Y no puedo renunciar porque… -pienso antes de hablar- no tengo un resto como para poder vivir ni una semana
- Mjm
- Y no tengo tiempo de buscar otra cosa… no sé
- Y… ¿y abrir un mail? Y… y poner emmm… ¿tu currículum? Y mandarlo a algún… a alguno de estos… ¿cómo se llaman?
- Mandé a un…
- ¿Buscadores?
- Sí, mandé. En una época que quise cambiar, mandé un montón. Pero pierdo tiempo, no pasa nada
- Mjm
- Lo único que hay es de telemarketer, que trabajaría mucho más… y pagan menos… -digo con voz nasal.
- No, no trabajás más, trabajás muchas horas menos
- Buá… para poder llegar a pagar mi alquiler y eso, tendría que trabajar en dos puestos, quedaría totalmente arruinada y no cobraría lo mismo. O sea: no sirve
- Y… ¿de vendedora? ¿No?
- No consigo. En el momento que hice eso no conseguía. A parte es conseguir lo mismo
- Claro, pero por ahí en un lugar más lindo, que te paguen mejor y que no estés en negro
- No creo
- ¡No sé! ¡En algún shoping! Tenés muy buena presencia… tenés muuucha experiencia…

LAS CHICAS DEL LOCAL 
- Y eso de la presencia también me parece terrible… estas chicas son cada vez más desprolijas. El local en general está cada vez más desagradable. Están abriendo el otro local, y me parece que van a tomar toda gente nueva y nos van a dejar ahí. Me parece horrible
- Mjm
- Como que pusieron todas sus expectativas en el nuevo lugar de lo bonito, y esto es como un depósito de cosas que están dejando ahí
Carraspea la garganta.
- O sea que no podés esperar a que te lleven allá a vos, que sos la única que más o menos…
- Y no creo, porque no me dijeron naaada… ni siquiera me dijeron la dirección… no vienen casi nunca…
- ¿Y el local se va a llamar igual? ¿O tienen un nuevo…?
- ¡No sé! ¡No sabemos nada!
Tose.
- O sea que ustedes hacen la suya ahí, abren, cierran, todo…
- No… hay uno, que es un gordito, que viene, abre y a la noche viene, cierra y se lleva la plata
- ¿Y durante el día?
- Y ahí estamos nosotras
- Están solas
- A veces, de vez en cuando, cae así de sorpresa… entonces por eso uno tiene que estar
- Mjm
- Y si los números cambian un poco, ya nos retan y eso. Pero mientras las cosas sigan más o menos igual, ni les importa –vuelven a escucharse las bocinas-. Las chicas estaban un poco planeando de a poco ir llevándose cosas –las bocinas suenan muy alto-, total…
- Mjm
- Yo medio que dije que no estaba bien, no sé… una cosa así. Y a partir de ahí están como medio… llego y hacen como que… o dicen: “sí sí… mirá cómo llueve”. Se hacen las no sé qué, y también a partir de ahí veo que me están dejando todo esto para hacer… no sé. Es como si me hubieran tomado como un policía
- Mjm
- Digamos que ellas se están currando lo que no les pagan
- Sí
- Porque si estás… tenés una persona en blanco, que en general le guste el trabajo y los aportes que te hacen son útiles e importantes… Ahora, por ahí por Avellaneda están todos en negro
- Y sí… creo que por Avellaneda nadie está en blanco
- No, me imagino que no. Salvo los que tienen sus localcitos… pero también es lo mismo
- Pero también debe ser bastante… una factura con iva, veinte sin
Silencio.

OTRO TRABAJO II 
- No sé
- ¿No sabés o no te animás?
- ¿A qué?
- Ah… ¡a tantas cosas! –dice, como pensando-. Ay, no sé… hay un hombre en Tucumán que llegó a conseguir trabajo acá solo por enviar su currículum
- ¡Pero no es así de fácil!
- ¡Yo no digo que sea fácil!
- A parte necesitás tiempo para hacer eso
- Abrir una puerta –dice, con tono cortante.
- No tengo tiempo para ir a lugares…
- Los shopings están abiertos los domingos
- Bueno, pero la persona con la que tenés que hablar no. Te dicen: “Ay, no… tenés que mandar tu mail a tal lado”, o te dicen: “Tenés que hablar con tal que está el lunes a las seis de la tarde”
- No, en ese horario yo no puedo. Que me manden un mail y hacemos una sita, inventás algo y te vas ahí. Pero si no te van a tomar, que no te hagan ir al cuete
- Pero es lo mismo que si viniera alguien al local y dijera: “Bueno, ¿cuándo vengo?”… ¡Y qué se yo! Ni vengas… ¿Querés dejar algo? Sí, dejalo. Es una pérdida de tiempo
Silencio.
- No sé, no es tan fácil
Carraspea la garganta.
- A parte no me puedo arriesgar a quedarme sin trabajo
- ¿No encontraste trabajo? No vas a avisarles ahí, obviamente
- Y un domingo no es un día de salir a buscar trabajo
Silencio.
- ¿Es el único día que tenés libre?
- Sí. Por ejemplo las chicas que trabajan en shopings –digo “cho-pings” con tono algo despectivo- tienen todo el fin de semana ocupado y tienen por ejemplo un martes libre. Es horrible también.
- Mjm… pero ahí le pagan en blanco, en general
- Me imagino que sí
Tose.
- O sino, buscar por Internet los lugares para enviar currículums e ir mandando
Sigue tosiendo.
- Lo que pasa es que no sé si sirve… me parece que sirve cuando hay una convocatoria, sino… ¿dejar un currículum en un lugar a donde no necesitan gente?
- Nunca se sabe si necesitan gente. Porque suponte, no sé… una marca conocida… no se me ocurre ahora ninguna, se me ocurre Cacharel pero son unos negreros… estemmmm… -carraspea la garganta, piensa-. Bueno, no sé, cualquier marca que sea importante. Tienen varias casas, distintos locales. Tienen outlet, tienen… -tose-. Están en distintos shopings, tienen negocios a la calle. Entonces, lo que yo veo es que hay mucha movilidad en lo que es “venta de in du men ta ria” –dice subrayando la frase-, ¿no?
Dice algo que no entiendo.
- ¿La gente qué?
- Se va. Porque son con mucho horario –tose-, y por ahí es una persona que quiere estudiar y no le da el horario. Entonces, si tienen un currículum, les puede interesar… lo dejás en el lugar y si no te llaman paciencia
- Igual también funciona mucho con recomendaciones
- Sí, pero también es por currículum
- ¿Conocés a alguien que haya conseguido así, dejando currículums?
- Sí, una paciente que yo tenía acá. Fue, dejó su currículum –tose-, la llamaron… le fue muy bien, era una persona muy agradable… un negocio –dice algo que no entiendo.
- ¿Qué?
- Un negocio por Santa Fé era…
- Ah

LAS CAJITAS Y EL AMBIENTE JOYA 
- Pero no, no sé qué negocio era, no me acuerdo. Una de las cosas de trabajar en otro lugar era que no la trataban mal. Porque no estaban mal, los patrones la amaban y vieron cómo funcionaba la cosa… las cosas funcionaron bien y la tomaron. Sabían cómo venía cada uno, venía cada cosa…
- A parte esto es otra cosa. Se anota cada cosa que vendés
- Mh…
- Entonces, si yo estoy acomodando cajitas… no vendo
- Es lo que te decía… -tose.
- En cambio otra cosa es que…
- ¿Y te dan comisión por eso?
- No
- Pero te perjudica porque no vendiste nada…
- Te vigilan con eso, nada más
- ¡Claro! – dice, como si fuera uno de los jefes y supiera perfectamente de qué se trata.
- El tema es que si no ordeno las cajitas, después YO no encuentro las cosas…
- “No te conozco…”
- No creas, son como bastante más rápidas en ese sentido
- Y bueno, hay algo que tenés que modificar –acentúa cada palabra dejando ver que con esto quiere acentuar su paciencia-. Ven que acomodás las cajas y es más fácil encontrar las cosas. O buscar en lo ordenado hasta que se acabe… todos tendrán que hacer algo
Silencio.
- Como el principio del caos… –agrega.
- Tendría que….
- Quiere decir –me interrumpe-, vos vas a ser la ordenadadora… -empieza a hablar muy lento- sir… vien… taaa… ¿de tus compañeras? –hace un pequeño silencio mientras me mira fijo- ¿O vas a ser una compañera más? –carraspéa la garganta-. Porque parece que la forma de ser compañera acá es… distraer alguna cosilla. Hasta que los tipos se avivan y empiezan a revisar
Dejo pasar un rato y digo:
- Mmmmh… no sé –espero, no responde-. No me va a hacer sentir bien llevarme algo
- ¡No no no! ¡Digo que pareciera que en este momento la única forma de ser compañera fuera llevarse algo! –dice casi gritando-. ¿No?
- Sí, bueno… el tema es que ahora es como que están ellas con esa idea y a mí es como que me sacaron de ahí y…
- ¡Bueno, pero vos deciles! “Miren, yo no… yo no voy a decir nada. Ustedes hagan lo que les parezca, yo…”
- Yo ya les dije…
- “Yo no puedo”
- ¡Ya les dije eso! Y ellas bloquean. Porque les dije que yo no me sentía bien con eso, que no me parecía bien pero bueno… que tampoco iba a hablar… -agrego con voz nasal-. Y me dejaron de lado. No sé, a parte es muy difícil estar ahí. Yo te conté una vez que con una de las chicas que trabaja ahí salíamos a tomar algo…
- Mjm
- Y es terrible, porque me habla mal de todas las demás. Después estamos ahí y no sé... tal vez les hable mal de mí a las otras. O por ejemplo me cruzo con otra y me habla mal de ella… o sea, están todo el tiempo hablando mal de los demás, así…
- Mjm
- Y después son re amigas…
- Un ambiente joya –carraspéa la garganta.
- Me pregunto si todo el mundo será así –miro hacia la ventana y suspiro.
- No sé qué decirte –tose-. Pero en los ambientes de oficina te juzgan y te pueden forrear. Entonces, despellejan a una persona
La miro con desilusión.
- ¡No en todos lados! –agrega-. Hay lugares en donde hay gente que puede generar un buen ambiente de trabajo…
- ¿En qué lugar, por ejemplo?
- En los lugares que se apropian porque pasaron mucho tiempo. Yo trabajaba en una oficina pública, y trabajaba hasta que me traían el horario
- ¿En una oficina pública?
- Ajá… Estem… trabajábamos muchísimo, en un clima de risas, con alegría –tiene un tono algo monótono-, ¡muchísimo! Cuando terminabas algo: “Ay, ¡gracias!”. Y así te daban ganas, trabajaba ocho nueve horas por día… ¡buenísimo! Y no sé si en otro lugar, incluso privado, se trabaja tan bien
Silencio. Se escuchan algunas sirenas que vienen de la calle.

ESTRATEGIAS 
- Pero para mí lo que a vos te pasa es que tenés mucho miedo de quedarte sin nada –tose-, y entonces… tus compañeras… tienen otra estrategia. Que vos no la compartas no quiere decir que no puedas encontrar la propia
- No, no tienen una “estrategia” –acentúo la palabra-, son personas… desagradables –agrego con voz nasal-. O sea, antes de eso no era una estrategia. ¿Cuál es la estrategia? Aprovecharse de algo…
- ¡Ir robando!
- ¡No, no! ¡Eso es ahora! ¿Pero antes? Que yo estoy limpiando toda la cocinita y ellas no limpian porque yo limpio… o sea, eso no es una estrategia, eso es gente que…
- Mmmh no, eso no… yo a lo que me refiero es a lo que es trabajar en ese lugar y lo que es “estar” ahí adentro… Ellas tienen que…
- Bueno, pensar una estrategia me hace pensar en personas muy inteligentes y ellas verdaderamente no lo son
- …si solamente las personas inteligentes pudieran pensar en una estrategia…
- Yo creo que no son… no es una estrategia lo que están haciendo
- Están robando para… si las echan llevarse algo, mientras trabajan…
- ¡No! –la interrumpo- ¡Ni siquiera! Se aprovechan, así como se aprovechan de: “Ah, bueno, esta limpia la pongo a limpiar”, “Ah, total no se dan cuenta, me lo llevo”
- Mjm
- No creo que sean capaces de pensar una estrategia
- ¡Mjm!
- No, pensé que como vos… en el proceso que… como protestás te pegan así… que no las iban a llevar a ustedes, y que este lugar parece como que lo están dejando un poco de lado, ¿no? Como que lo usan para armar el otro y después no saben ustedes qué va a pasar con esto
- Mjm
- Ay una sensación como de inestabilidad –tose.
- Sí
- Es como decir: “Bueno, entonces yo me robo las cosas para vender afuera en el verano”
- No, pero… lo peor de todo…
- Pero decís que todo eso es una cosa que no…
- Ni siquiera para vender afuera, son cosas para usar ellas, o se las regalan a la mamá para el día de la madre
- ¡Aaaaah!
- No, ¡tampoco es a gran escala! –digo al ver su sorpresa-. No, no, yo te digo… No… si por lo menos… Yo, a parte, si fuera una estrategia me sumaría. Pero es todo tan barato…
- Mjm… estem… Bueno, será cuestión de que vos te consigas una estrategia que te guste más, o algún trabajo que te guste, ¿no? No un trabajo para sobrevivir en donde tooodos se abusan de vos… Estas personas son tus pares, no digo compañeras, porque esa palabra implica otras cosas para mí
- Sí…
Silencio.
- También piensan que yo soy un poco… no sé, siempre me están diciendo que soy como muy fifí porque les digo que no está bueno eso, o me preguntan si quiero un té y les digo que no, y me dicen: “Ay ¿qué?… ¿no te gustan las tazas?”, porque una vez les dije que no quería tomar un té en esas tazas
- Mh
Otra vez el ruido de la calle.

¿Y DE DONDE SALEN ESAS CHICAS? 
- ¿Y de dónde salen esas chicas?
- ¡Qué se yo! ¡No sé!
- Más o menos sabés en qué barrio viven, si viven… ¿en dónde? ¿En el Bajo Flores? No sé…
- Una sé que vive en Ciudadela
- ¿En Fuerte Apache? ¿O no?
- No… ahí en la ciudad…
- ¿Ciudad?
- ¡Ciudadela…! ¿No?
- Fuerte Apache está en Ciudadela
- ¡Y no! ¡Fuerte Apache no! No creo… porque…
- ¡Si vos decís que son tan mugrientas…!
- ¡No, no! ¡Tampoco es que son “mugrientas”! Simplemente es que…
- Pero vos me estás diciendo que…
- Emmmh… no les impooorta
- Y tomar en una taza que está en un lugar en donde no se lava la pileta hace un mes…
- Lo que pasa es que van, la enjuagan así y se hacen el té. Y están haciendo eso hace meses. Entonces la taza está toda como… marroncita, no sé. ¿Entonces qué hago? En un minutito voy y me compro un café en otro lado, o pido que me traigan un café con un tostadito queseyo, y ahí me quedo sin un mango. Después a fin de mes no tengo un mango
Ella se reclina sobre la silla juntando las manos sobre el abdomen.
- Mjm
- Y lo peor es que aumenta toda la sensación de “ah, qué fifí”. No sé, todas tomando su té y yo con mi café del bar
Carraspea la garganta.
- ¡Sí! Ponele… ¿y qué?
- ¡Bueno! Pero se lo toman medio como una ofensa
- Tendrás que estar en un lugar en donde sean todos cafeteros. Y no en donde hay una taza en una pileta que no se lava por meses, con un microondas que da asco… que abrís la puerta y sale una cucaracha que dice: “¿Sí? ¿Recién ahora me despertás?” –cuando dice esto pone voz de pabo y cara de tonta.
- Mj
Silencio.

LOS JEFES

 - No sé, a parte también estoy como mal porque me había hecho las ilusiones de que podía ir al otro local
- Mjm
- E incluso me habían hablado de que podía ir de… -hablo con voz nasal- como para organizar eso. Pero ya lo están organizando todo y yo no estoy ahí, entonces es como que… no creo que me lleven
- ¿Quién te había hablado?
- Y… uno… de los dos…
- ¿De los dueños?
Digo que sí con la cabeza.
- ¿No le podés hablar? Para preguntarle…
- No viene más ese
- ¡Pero entonces preguntale al otro!
- No, el gordo es un tarado
Carraspea la garganta.
- Prefiero ni hablarle
- Mjm
- Ese no me quiere ni un poco. Por ejemplo habla, y habla así –hago un gesto como mirando para otro lado-, y si yo le hablo casi no me contesta o le contesta a otro. No me mira
- Mjm
- Con ese tipo no puedo hablar nada
- Mjm
- Y si le repito algo me dice: “Ah, no. No te escuché”. O tal vez ni me contesta, solo me…
- ¿Qué son? ¿Chinos, coreanos o algo así?
- No… judíos.
- Ah
- Creo. No lo sé. Me parece
- ¿No sabés cómo se llaman? El apellido, son hermanos…
- No, el apellido no. No, son socios, no son hermanos
- No, pero… ¡¿No sabés el nombre de la gente para la que trabajás?! –pregunta casi indignada
- Podría… Bueno, también me doy cuenta de que soy bastante desiteresada
- Me parece que estás empezando a reaccionar por muchas cosas que fuiste dejando pasar. Porque vos cuando viniste parecía que nada te importaba, te daba igual ir o no a trabajar llevarte o no con tu familia. Como una buena niña. Y parece que estás bastannnnte podrida. Y si tenés que empezar a hacer cosas
- ¿Qué estoy bastante “podrida”?
- ¡Bastante podrida! De estar ahí, de toda esa gente, de todo ese manoseo, de todo el abuso, del exceso de confianza, de la violencia que se ejerce sobre ustedes. Porque alguien que no te mira cuando te contesta y contesta mirando el aire o a otro… y cuando le decís tal o cual cosa: “No, no te escuché”… eso es violencia
- Mh
- Entonces ahora estás como diciendo: “Cómo…”. Todavía no te animaste a buscar en otro lugar otra cosa, aunque sea vender, porque es algo que sabés hacer bien, ¿no? En el que haya alguien que saque las cosas de un lugar y las guarde de nuevo –tose-, y se fijen que lo haga. Que si tiene un lugar en donde todos… usan para hacerse su comida, que esté limpio, que haya personal. En estos lugares chiquititos tienen que hasta baldear la vereda las chicas… Yo a veces he pasado en el colectivo, cuando paso bien temprano, y veo que están baldeando la vereda y son las mismas que van a vender después –hace una pausa, se escuchan bocinas-. Los únicos que traen de afuera son los que hacen las vidrieras, ¿no?
Digo que sí con la cabeza.
- Bueno Clara, nos vemos el jueves
Digo que sí con la cabeza nuevamente.
- Chau, hasta el jueves
Me responde con una sonrisa.
- ¿Dejo abierto?
- No, no. Está bien así