Sesión 5: El casamiento



· EL CASAMIENTO
· TRENCH, GRIPE Y CIGARRILLOS
· LA DECORACIÓN
· EL TREN BALA
· SU NÚMERO DE TELÉFONO
· SOUVENIR

Llego unos minutos antes y me siento en un banco que hay al lado de la puerta, que está entreabierta. Estoy resfriada. Espero un rato y como no sale ni entra nadie espío hacia adentro y ella me sorprende, como si hubiera estado esperando que haga eso.
- ¡Adelante!
- ¡Ah! Yo estaba esperando afuera, pensando que había alguien…
- Siempre, si dejo entreabierto…
- Ah, bueno… -digo, cerrando la puerta. Mi voz suena muy nasal por el resfrío.
- …es que… -continúa.
- Pensé que estabas con alguien más –la interrumpo mientras me acerco.
- No, no. Ya termino menos cinco, y dejo así…
- Ah, ah
- Si está la puerta cerrada es que estoy con alguien, sino dejo así
- Está bien, listo –digo y me siento-. Emm… no me acuerdo si… hace varios días que te había dicho que ese jueves... que fue el pasado…
- No. No me habías dicho –dice, con tono enojado inclinando la cabeza hacia atrás pero mirando con los ojos hacia unos papeles que va moviendo sobre la mesa-. Recibí un mensaje –agrega mirándome fijo.
- Ah… me habías dicho que lo ibas a anotar –digo, terminando la frase con una sonrisita de costado.
- No, no… no lo había anotado
- Y por las dudas te mandé el mensaje
- Sí, sí
- Muy sobre la fecha. Era un casamiento en Rosario…
- Ahhh… -recuerda.
- …que estaba programado hace un montón…
- Era un viaje, ¿verdad?
- Sí… un viajecito. Me enfermé y todo
- ¡¿Por ir a Rosario?!
- Y fui con poco abrigo…
- Ah, mirá…
- Y tuve frío
- ¡Claro! El jueves pasado refrescó
- Claro
Toso.
- Y este jueves llovió… está de juerga esta cosa del tiempo
- Pareciera…
- Sí, sí
Silencio.

EL CASAMIENTO
- ¿Qué tal? ¿Cómo estuvo?
- ¿El casamiento…? –pregunto mientras pienso qué decir.
- Mjm
- Y… son esos eventos programados, así que… comés, después te levantás –digo con voz nasal- y bailás, bailás exactamente trece minutos con cuatro, y después te sentás, y volvés a comer, y volvés a bailar… o sea, todo así, como que…
- Ah
- Ahora todos nos ponemos el gorriiiiito… ahora todos hacemos así, todos así –hago movimientos para un lado y para otro con las manos- y chau
Silencio. Me mira seriamente, parece aburrida, casi enojada.
- ¿Y por qué fuiste?
- Y porque iban… es algo familiar. Iban en auto. Y yo quedé en que iba a ir hace un montón y fui
Suena una bocina. Silencio.
- ¿Quién se casaba?
- Un primo
- Mjm
- A parte no es taaan lejos…
Espera para contestar.
- ¡No, no…! Pero… -carraspea la garganta-, si no tenés ganas de ir… es lejos a la vuelta
Tardo en responder.
- Sí
Después de un silencio vuelvo a hablar.
- Está bueno hacer algo que no se hace nunca
- ¿Eh?
- Está bueno hacer cosas que uno nunca hace, por ejemplo…
- Bueno, pero como decís que era… tan… rutinado
- ¡Pero todos son así! Casi todos los eventos…
- ¿Sí?
- De quince, casamientos… todos están como… muy organizados. Está el videito: “Bueno, ahora miramos al novio y a la novia en el videeeeo”. Y estamos todos mirando a la novia y el novio, la historia de la novia y el novio y la familia…
- Mh
- ¿Vas a…? ¿Fuiste últimamente a algún casamiento o cumpleaños de quince?
- A un casamiento
- ¿Y no era así?
- Pasaron al comienzo un pequeño video pero… pero no… pero no bailábamos así, sino… bueno, música había, había con qué bailar… no era tannn…
- Tan marcado. Bueno, está como organizado. Es como una cosa así que… mientras todos se levantan y bailan, levantan lo que había y traen lo que sigue. Entonces llegás y te sirven el próximo plato. Después van todos a bailar de nuevo y de vuelta lo mismo… ¡Está bien! –digo con un tono excesivamente displicente.
- Es como bailar, ¿no? …para que no te pisen…
- No es como bailar, porque bailar uno baila como quiere, o si quiere
- No, no, me refiero a que cuando bailás no te tiene que pisar el otro ni vos tenés que pisar al otro. Entonces te salís para que pase el otro y no lo pises
Toso.
- Sí. Igual también te podías quedar sentada mirando cómo sacaban las cosas de la mesa
- ¿Sí?
Silencio.
- Era gracioso porque estaba anunciado que iba a hacer calor, mucho calor
- Ajá
- Y tooodos estaban desabrigados
Toso.
- Fue como terrible
- Sí, hizo un frío espantoso
- De todos modos los últimos inviernos son así ahora, duran hasta diciembre…
- Pero si ya es primavera
- Por es te digo, los inviernos son así ahora. Duran toda la primavera, que se pasa para el verano –la escucho mientras toso-. Y en la navidad tenés de pronto – sigo tosiendo- que tener cerca algún pulouver, algún abrigo a mano…
- Es gracioso porque tenemos casi el mismo piloto –respondo.

TRENCH, GRIPE Y CIGARRILLOS
Las dos estamos sentadas, una frente a la otra, con un piloto color marrón clarito de corte más bien antiguo.
- Ah sí, puede ser… -se mira el piloto-. Es bastante tradicional, digamos, ¿no?
- El mismo color
- Sí… pero es el… clásico trench
Silencio.
- Sí
- Para que no llueva
- Claro
- Lo mío es un amuleto, si se quiere
- Ah, ¿sí?
- ¡Claro! Cuando llevo paraguas no lleve –dice entre risas.
- ¿Qué, te funciona así? ¿Cada vez que te lo ponés no llueve?
- Y… no, cada vez que me lo olvido llueve… -se ríe.
- Ah –digo, con poca gracia-. Yo iba a traer el paraguas y me lo olvidé en el local
- Mejor. Andar con el paraguas con este calor… ¡piloto, paraguas y todo! Te sentís como una ridícula
- Sí… igual, no sé si es que estoy resfriada pero… calor no tengo
- Yo estoy con esta tos hace un montón y no se qué hacer… me tiene re podrida
- Pero…
- ¡Se me pasa… –me interrumpe alzando mucho la voz- un montón de tiempo! Después vuelve… y bueno, nunca…
- ¿Será como alergia?
- No –responde con un suspiro-. No es alergia…
Toso.
- Lo que pasa es que es como… -toso, ella sigue- …como si se hubiera encariñado
- ¿Fumás?
- No, no fumo –me mira con seriedad.
- Porque viste que la gente que deja de fumar tiene tos por años…
- ¡No, no! Yo no es de cigarrillos… uno de esos fríos así bestiales que vienen de golpe y me agarraron después del calor… pero no… ¿vos fumás?
- No
- ¿Y alguna vez fumaste?
- Mmmmno le encuentro el chiste
- ¡No, no! Pero podés haber fumado… y cuando no le encontraste el chiste dejaste de fumar o…
- No… alguna vez quise empezar a fumar unos que se llaman Virginia Slims porque son finitos y lindos pero… -me miro las manos cruzadas sobre la cartera que tengo en la falda.
- Lo malo de ese cigarrillo es que si no molesta, atrae
- Igual que todos…bah, no sé. Pero no, no me interesó
- Mejor… hasta que se descubra que el cigarrillo es bueno para la tos –dice, como contando algo gracioso, pero no reacciono -. ¿Entonces?
- Lo que pasa es que el cigarrillo es de otro siglo, ahora ya no somos la máquina a vapor, ahora es otra cosa
- ¿Entonces?
- Y… ahora tiene que inventarse otra cosa… el cigarrillo ya no
- Pero… se sigue fumando
- Sí, pero igual que sigue la Iglesia  Católica… qué se yo, es… son como los residuos
- ¿Cómo?
- Es como el residuo, lo que va quedando hasta que se termina
- Mjm
Toso.
- ¿No? –le pregunto.
- Mmmmno sé… veo tanta gente que fuma…
- Y tanta que no…
- Seguro, pero siempre hubo gente que fumó y que no fumó. No…
La interrumpo con mi tos.

LA DECORACIÓN
- Me asomé a otros… ¿cómo se llaman? ¿Gabinetes?
- Consultorios
- Me asomé a otros consultorios y tienen exactamente la misma decoración
- ¿Decoración?
- Sí
- Ah, ¿Que ponen fotos? Sí… la gente pone…
- Y en el de al lado –la interrumpo- había hasta una planta
- Sí… –tarda bastante antes de seguir hablando-. Sí, pero depende de quién está de turno y de cuántas horas sean… -la interrumpo con la tos.
- Igual está bueno que… porque uno viene acá, medio triste y… está bueno que sea más lindo
- Mj
- ¿No?
- Sí… siempre que te guste lo que ves…
- Pero debe ser todo un trabajo sostener… -me interrumpe con su tos- …esto de una manera más linda
- Claro
Silencio.
- Qué lástima, ¿no?
Silencio.
- ¿Qué lástima qué? –me pregunta.
- No sé… que no se cuiden ciertos detalles… y no hablo de la gente que trabaja acá, sino de la gente que administra presupuestos
Silencio. Suspira largamente y espera antes de hablar.
- “Superfluosidades”, diría… -y dice un nombre que no entiendo.
- ¿Quién diría eso?
- ¿No leías Mafalda cuando eras chica?
- Coloreaba las Mafalda de mi tía y se enojaba, pero no sé si las leía
Carraspea la garganta.
- No me acuerdo bien con respecto a qué, Manolito…
- ¿Manolito, el hijo del almacenero?
- El galleguito, el que tenía así los pelos –dice mientras hace un gesto con las manos-. Dice… no me acuerdo de qué era… y él le contesta como si fueran cosas superfluas: “superfluosidades” –se queda pensando-. Porque están luchando, los que ganaron el concurso… de cinco rentas… ¡ se jubilaron un montón de personas y no nombraron a nadie! Pero con esas cinco personas salieron cinco rentas… nosotros tenemos un ranking interno que cada dos años se rearma, entonces presentás tu curricula…
- ¿Que cada dos años qué?
- El currículum, con el que se ponen puntajes. Así se arma. Y cuando sale una renta, va saliendo en orden. Para que no se ponga gente a dedo, que después… qué se yo –carraspea la garganta con ritmo-. Ymmm… salieron cinco rentas y no pusieron a nadie. Emmm… restando a los otros tres, les dicen que no. Entonces por eso están… estamos en la guerra. Y haciendo personalmente plenarios y bue… tratando de tomar medidas más… prácticas. Que no sé en qué consistirán, lo decidirá el consejo. Así que, si van a…
- Igual…
- Porque si te fijás bien… ¡llegás a mirar el techo de este consultorio y te pensás que se te va a caer todo el cielo raso en la cabeza!
- Sí, debe haber sido pintado cuando lo hicieron…
- Naaa…
- ¡Pero no me parece que…!
- No, no. Esto se pintó hace… ¿diez años? –mira el techo con la mano en el mentón-. Esto era como un salón grande, estos tres consultorios, eran un salón grande pero como hacían falta consultorios… fue cuando pusieron al director que estos sacaron. Se hizo esta obra: se separaron estos tres consultorios, pintaron toda la institución, cambiaron luces… eh… que eso lo hizo cooperadora y un arquitecto amigo del director se encargó de la parte de planos. Pero ahora… -toso y la interrumpo-. Se hizo esto porque tiene más de cien años este edificio pero… por el momento están pasando cosas como que este piso –señala con las dos manos debajo de la mesa- se está levantando
- ¿Por qué?
- ¿Vos lo ves derecho?
- Mmmno, estaba viendo eso justamente… está como dobladito, ¿no? –me responde que sí con la cabeza-. ¿Y… porqué se está inflando?
- No sabemos –hace una pausa-. La vez pasada tuvieron… en el verano, los de arquitectura de la municipalidad dijeron que… porque les mostré… hay un pasillo hacia allá, en una esquina, hay como un pasillito que da a cuatro consultorios, ¿sí? Hace cinco años hizo ¡Blum! Una noche… ¡Por suerte fue a la noche! Hicieron un parte…
- ¿Qué, se cayó? ¿Qué es…?
- ¡Se levantó el piso y se hizo un boquete gigantesco! Que tardaron como un año… dijeron que no era el gas, que había sido que hacía tanto calor que la diferencia de temperatura había hecho que el piso se levantara. En un edificio de cien años que tiene las paredes gruesas así –me indica el tamaño con un gesto-, tiene un piso también… ¡y abajo hay un sótano! Porque si fuera sobre la tierra decís: “Bueno…”. ¡Pero hay piso arriba, piso abajo! No se sabe bien lo que pasó… yo les dije: “Para que no pase durante el día…”, “¡No, pero eso ya fue arreglado!”. “¡Yo sé que fue arreglado!”, le digo, “Pero este piso era derecho…”
- ¡¿Y si explotamos?! ¡Qué horrible!
- ¡¿Mirá si explotamos?! –me dice-. ¡La vez pasada tuvo la consideración de hacerlo por la madrugada! Pero imaginate si pasaba cuando estaba la gente trabajando…
Silencio.
- O sea que…
- Igual –la interrumpo-, no me parece superfluo… que… una persona que va a psicoanalizarse… porque yo hablo desde este lugar
- Mjm
- Esté en un lugar un poco más amable, más agradable
Suspira ruidosamente.
- O sea –insisto-, comprendo todo el resto y me imagino que antes de llegar ahí hay toda una cadena que de cosas que hay que arreglar, me imagino que pasa lo mismo en los hospitales…
- Si no nombran a la gente –me interrumpe-, no se fijan porqué se arquea el piso, no le ponen ni una mano de pintura, que la mano de pintura está por cooperadora…
- Claro, a eso me refiero, una mano de pintura no es taaanto…
- El tema es que es superfluo “para” el Gobierno de la Ciudad
- Bueno, pero…
- ¡Nosotros estamos reclamando que nombren a tres personas que hace quince, veinte años están laburando gratis! Eso reclamamos. ¡Y que ganaron por concurso! ¡Y que son gente que pertenece a este lugar, en todo sentido! Entonces, ¿qué les vas a decir…? ¿Pinten? No importa, vinieron acá los del coso de arquitectura y nada, vinieron… ¡este año fue!
- Igual acá está como arreglado, tiene como un… parche –y señalo el piso.
- Sí, pero hace muchísimo… le agregaron un parche, pero… no, no estaba así. Yo me di cuenta el día que mi silla estaba un poco más adelante. Estaba apoyada justo en el parche y… se ve que se movió y dije: “¿Qué es esto que hay acá?”. Ya lo otro, cuando era mucho menos curvo que esto… te diré que a esta altura aquello fue bastante… la curvatura. Ahí me di cuenta… “Uy… ¡se movió cuando yo estaba!” –dice, como pensativa.
- ¿Cómo?
- ¡Cómo se movía mientras yo estaba!
- Claro
- Es bastante impresionante
- Sí… da miedo
- Mjm
Toso. Silencio.
- Qué cosa, ¿no? Igual, casi todo funciona mal
Tarda en responder.
- Sí
Se hace un largo silencio.
- No sé… -digo, como pensativa. Y nos quedamos así bastante tiempo.

EL TREN BALA
- Yo me imaginé que irme un poquito a otro lado me iba a traer un poquito de otra cosa y… y no pasó
- ¿Cómo cómo cómo?
Toso.
- Que yo me imaginé que irme un poco a otro lado me iba a traer un poco de… ¿diversión? No sé, algo…
- Mjm
- Y la verdad es que…
- ¿De irte a Rosario?
Hago un gesto con la cabeza. Miro el piso doblado y cómo las patas de la mesa se las ingenian para quedar todas apoyadas.
- ¿En ningún momento te sentiste… bien? ¿Contenta? ¿No estabas bien, que te divertías…?
- Mmmmsí… estoy ahí… y es lo mismo que cuando estoy en mi trabajo… no sé, como que estoy con gente y va pasando el rato, pero…
- Mjm
- Pero en el fondo me da exactamente lo mismo, estar o no…-pasa un rato, como ella no habla, le pregunto- ¿Y vos, anotás cosas? De las que hablamos acá…
- Mmmmsí…
- ¿Sí? –le pregunto mirando los papeles que tiene en frente suyo.
- No cuando estoy con… salvo la primera entrevista. Porque perturba demasiado, es demasiado incómodo. Sobre todo para la persona que está ahí contando algo. No te voy a decir que anoto todo porque eso no existe. Yo prefiero anotar algunas cosas que me parecen importantes en otro momento. Y después…
- ¿Y después qué hacés con lo que anotás?
- ¿Cómo “qué hago”?
- Sí, para qué anotarías…
- Porque tenés que tener una historia clínica
- ¿Por si un día me analizo con otra persona, para que sepa de qué se trata?
- Claro. Además porque los hospitales tienen una historia clínica. Punto
- ¡Pero tiene que tener un porqué! Porque el hospital un día puede decidir que… emmm… el hospital te hace una caricia antes de entrar y punto. ¿Y para qué? No sé
- ¿El hospital…?
- Digo… no es algo caprichoso, para algo es…
- Claro, las historias clinicas son: “historias” “clínicas” –separa las palabras, como subrayándolas.
Se hace un silencio largo. Ella me mira con un gesto de simpatía que no esconde otro gesto que no termino de entender bien.
- Todos escribimos en estos legajos… se iba a hacer un nuevo sistema, se iba a informatizar todo.
- Igual, informatizar “todo” y no pintar una pared…
- Bueno, tenés el tren bala, viste… las cosas que se dicen acá… -me dice pasándose la mano por el pelo lentamente y dejándola apoyada en la nuca.
Silencio.
- Si no fueran tan patéticos darían risa
- ¿Si no fueran tan patéticos darían risa?
- ¡Claro! –me contesta, inclinándose y juntando las manos sobre la mesa-. Uno por lo menos se podría reír, porque como chiste está buenísimo. ¿No? Que pongan un tren bala a Córdoba y la gente no puede venir de Moreno…
Toso.
- Entonces, si no fuera tan patético… ¡podría llegar a dar risa! –me explica-. Aunque más no sea, los trenes acá… nosotros porque no dejamos que… lejos, en las provincias, qué se yo… Dentro de todo, por más que sea incómodo… habría que hacer un transporte soportable. Pero la gente esta que decís: “¡Cómo hace esta gente arriba de este tren!” “Sentados arriba del techo del tren”… llega a pasar algo… toda la gente ahí, “trepada”. No es lindo. Después, reflotaron los trenes que van a Uruguay
- Ah, ¿sí?
- Sí
- ¿Cuántos días tardan desde Uruguay?
- No sé… como dos días… No sé, ¡una cantidad de gente infernal! ¿No?
- Si el tren por lo menos fuera liiiindo, y te comés como la película de que estás en esos trenes con tu camarín, qué se yo… está bien, pero… no creo que sea el caso
- No, me parece que no. Porque lo que te dije… era tan embolante el tren ese que no fue nadie. Parece que subió alguna gente al principio pero después se bajaron. Me voy en micro, me voy en lancha…
Tose. Carraspea la garganta. Ordena las historias clínicas.
- Qué cosa… -digo, después de un rato. Ella mueve la cabeza afirmando-. Yo en una época viajaba acá, tomaba algo y me iba a cualquier lado
- ¿A dónde, por ejemplo…?
- A ningún lugar en particular. Por ejemplo, me tomaba un colectivo y hacía todo el recorrido
- ¡Ah! No, pensé que decías qué se yo… me voy a…
- O por ejemplo me tomaba el tren que va a La Plata. Iba y volvía en el mismo tren
- ¿Te gustaba hacer eso?
Espero para contestar.
- Es una manera de viajar
- Mjm
- De hecho lo que uno está haciendo con eso es viajar
Toso, miro el piso, el techo, la ventana. Ella me mira en silencio.

SU NÚMERO DE TELÉFONO
- Entonces menos mal que te mandé el mensaje…
Sigue mirándome en silencio.
- Sí, yo no sé cómo… cómo… tenés mi número de celular…
- Porque una vez me mandaste vos un mensaje a mí
- Ah, claro… no, porque yo puse que no mandara el teléfono en el mensaje –carraspea la garganta.
- Ah
- ¡Y sin embargo lo mandó! Porque uno puede mandar o no el número
- Depende del teléfono que tengas
- El mío dice que puedo no mandar el número. Hice eso y se ve que lo mandó igual
- Qué raro… bueno, sí…
- Sí…
- Así que ya sabés que los mensajes que mandás…
- ¡No! –me interrumpe- Pero si esto… -y levanta el celular. Lo mira.
- …la gente ya tiene tu teléfono
- Voy a probar de hacerlo de nuevo con alguien conocido, a ver qué pasa. Porque sé que si lo bloqueo para llamar, para hablar… sí lo bloquea. Pero con los mensajes se ve que no
- Claro
- Sí, sí… -dice recordando-. Esa vez que yo no podía comunicarme terminé por mandarte un mensaje
- Claro, sí… -digo bostezando-. ¡Qué raro! Yo lo tengo prendido siempre…
- Sí, no… te llamé como tres veces…
- Tal vez en el local… -la interrumpo.
- ¿Eh?
- Tal vez en el local no hay señal, no sé
- Puede ser… ¿qué compañía tenés?
- Personal
- Bué… yo no. Pero… inclusive, después a la noche ya era demasiado tarde, sé que te levantás temprano para ir a trabajar por eso no te quise llamar y te mandé un mensaje. ¡En algún momento lo ibas a encontrar y no te ibas a venir hasta acá!
- Está bien

SOUVENIR 
- Y el viaje en auto… ¿tampoco te resultó agradable? 
No contesto.
- No, como me dijiste que te tomabas un tren y viajabas…
- Pero no es lo mismo. Me tomaba el tren yo sola. Pensaba, leía… qué se yo, me dejaba estar
- ¿Y ahora?
- Nada, medio aburrido. Adelante iban charlando y yo estaba ahí. ¿Igual qué son? ¿Dos horas, tres horas?
- No sé en este momento, pero como es autopista llegás bastante rápido. Son doscientos y algo de kilómetros, ¿no? Creo que son doscientos y pico de kilómetros, sí… hace mucho que yo no… 
- ¿Viajás? ¿O no viajás mucho?
- A veces viajo más, otras menos… no es algo que…
- ¿Cómo funciona acá el verano?
- Bueno, cuando uno toma vacaciones avisa a los pacientes
- ¿Pero suele seguir funcionando?
- ¡Sï! Sí, funciona. Nos vamos tomando las vacaciones de forma escalonada y le decimos a los pacientes que de tal fecha a tal fecha no va a haber sesiones
- Tengo sueño
- ¿Qué, te acostaste muy tarde?
- No, debe ser que estoy como medio engripada
- Pero… ¿fuiste al médico por esto o…?
- No, está re claro que es porque me morí de frío. Me tomé algunos antigripales y ya está
- Mjm
- Ya se me va a pasar
- Ese es el souvenir que te trajiste del casamiento
- Esa cosa de: “Bueno, ahora todos se divierten”, “Ahora todos se ponen al carioca encima y hacen así porque están re divertidos”, “Muy bien, ahora todos… ahora todo se terminó y tomamos un café con leche con pizza”. Bueno, es como… “Ahora viene la parte en que todos se emocionan” y todos lloran mirando el video
- ¿Por qué? ¿Era triste el video? ¿O qué?
- ¡Noooo! Te pasan cuando era bebé, crece… toda la historia, la biografía de cada uno. Y todos emocionados, abrazándose
- Bueno, se emocionarán los padres, porque los ven bebés pero…
- Qué se yo, no sé. Es como que la gente ya va predispuesta a tener las emociones a flor de piel, más lo que se va tomando en el transcurso de la noche… la cosa se va organizando de manera que al principio que están todos medio duros, se come y se toma. Cuando se empiezan a ablandar van todos a bailar. Y cuando ya están más blanditos, con más confianza y ya tomaron bastante, viene la parte en la que todos lloran con el video y después para canalizar eso viene el carnaval carioca. Y todos re arriba, bailando, tomando y qué se yo. Y después viene la etapa en la que hay que ir bajando porque hay que irse y bueno, el café con leche y bajamos todos. Y a la cama, chicos
- Mjm
- Super organizado
- Parece que sí. Ahora vos decís que van todos predispuestos… pero parece que vos no
- No sé, yo lo miro como una película
- Mjm
- Y es una película un poquito… como que cada vez que vas a un evento es la misma película
- Ajá. O sea que hace un tiempo fuiste a un evento y era igual, también
- Claro, a un cumpleaños de quince, y después a otro casamiento, y así. Algunos de más categoría, otros de menos, pero lo mismo
- El formato es igual
- Esos platos… 
- No sirvieron sopa de vitina
- Y no… pero si me caso sirvo sopa de vitina para todos
Nos sonreímos sin ganas.
- Bueno Clara, ¿nos vemos el jueves?
Nos levantamos lentamente. 
- Sí. Una pregunta, ¿es a las tres o tres y diez?
- A las tres
Nos damos un beso en la mejilla.
- Chau
- Hasta el jueves
- Hasta el jueves